Uno de los planteamientos iniciales a la hora de crear este blog, fue el de reconocer y divulgar la labor de aquellas personas ligadas a Madridejos que, por circunstancias de la vida, se han visto obligadas a vivir fuera de nuestro pueblo, pero esto no ha sido obstáculo para que lleven el nombre de Madridejos por donde quiera que van.
En este apartado, queremos rendir tributo a aquellos madridejenses de nacimiento o de adopción, que nos han enriquecido y emocionado con los pregones que han pronunciado como pistoletazo de salida para nuestras ferias y fiestas. Queremos que esos textos sean accesibles al mayor número de personas y que quede constancia de ellos en este blog.
No queremos desmerecer a los que siendo de fuera, nos hicieron partícipes de sus palabras cuando se les requirió para que hicieran la labor de pregoneros de nuestras fiestas. Pero consideramos que hay que sentirnos orgullosos de la gente que siente esta tierra como suya y hacerles ver que esta vez sí, han sido PROFETAS y PREGONEROS en su tierra.
Nací en Madrid en abril de 1944 y a la semana de nacer ya me hice “Madrilejero”, donde tenía la casa paterna. Pasé mi niñez en el pueblo y aprendí mis primeras letras en el Instituto Garcilaso de la Vega, teniendo por maestro a don Idelfonso Mezquita. Hice el bachillerato en Madrid sin desconectarme de Madridejos en donde vivían mis padres, pasando todas las vacaciones en la casa paterna. A los 24 años me hice cargo de la Oficina de Turismo dependiente del Ministerio de Información y Turismo ubicada en el cruce de la carretera antigua con la de Alcázar, lindando con el restaurante Contreras. En ese destino aproveché para poder terminar mi carrera de Derecho. Ejercí y ejerzo la profesión de abogado desde el año 1972 con despacho en Madrid, aunque profesionalmente he llevado muchos asuntos de paisanos míos de Madridejos. Nunca perdí el contacto con el pueblo y por ello tengo una vivienda propia en Madridejos en donde me gusta pasar algún día de descanso o cuando era cazador tener mi refugio. Siento Madridejos como mi pueblo, donde están mis raíces y donde me quedan amigos entrañables. En una palabra soy “barrudo” de la cabeza a los pies.
GUILLERMO SAHAGÚN POOL
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GUILLERMO SAHAGÚN POOL
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Al casarme, vine a Sevilla, es decir, desde 1985 mi vida profesional y también familiar se ha desarrollado en esta maravillosa ciudad. Aquí nacieron mis dos hijos y aquí, tras no pocas dificultades, comencé mi carrera como docente en la Universidad de Sevilla. En concreto, en 1991 me vinculé definitivamente a esta institución y ya en 1997 obtuve mi primera titularidad como Profesora de Escuela Universitaria. Obtuve el Doctorado de Sociología por la Universidad de Granada y a partir de ello pude optar a la plaza de Profesora Titular de Universidad. He desempeñado diferentes cargos, entre los que cabe mencionar, Vicedecana de Relaciones Internacionales, Estudiantes e Instituciones en la Facultad de Ciencias de la Educación y Vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Sevilla.
En esta ya dilatada historia personal/profesional, mi pueblo, Madridejos, ha sido un lugar más que recurrente. Vengo a él, no sólo todos los veranos de mi vida, sino que además las visitas son como mínimo mensuales. Mi cariño por el pueblo lo he contagiado a mi familia. En concreto, a mi marido, al que con frecuencia le recuerdo su condición foránea de “injerto”, y a mis hijos que, desde pequeños, aún siendo de cuna sevillanos, ya decían a sus amigos “Me voy a mi pueblo –aludiendo a Madridejos-”.
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Tiene publicado dos libros: “El Cartel Taurino, la Sociedad y los Toros 1820-1920”, y su continuación “El Cartel Taurino, la Sociedad y los Toros 1920-1940”.
Pero por encima de todo, Ángel Sonseca es un madridejense de raza y sentimiento. Fácilmente nos le podemos encontrar hablando con nuestros mayores, en los soportales de la plaza, empapándose de toda la riqueza de la tradición oral, para después plasmarla en sus escritos y recopilaciones sobre la historia de Madridejos. Es manchego de pro, accesible, cercano… lo que viene siendo un “barrudo” campechano y con un poso de sabiduría sobre nuestro pueblo y sobre la vida en general, que solo se da, en aquellos que hacen de sus raíces la columna vertebral de sus vidas.
Nací en Urda el 3 de marzo de 1959, donde permanecí hasta aproximadamente los 6 ó 7 años. Mi familia se trasladó y estableció su residencia definitiva en Madridejos, lugar donde he crecido y me he criado. Por tanto, siguiendo el refranero popular y estableciendo las distancias oportunas, haría cierto su dicho: “el buey no es de donde nace, sino de donde pace”. Estos primeros años los recuerdo con especial emoción y cariño. Ingresé en el Colegio Amor de Dios del que tengo recuerdos entrañables. Es cierto que una parte importante de mis amistades proceden de aquella época, pero probablemente el grueso mayor de las mismas las cree y cultivé en la época del Instituto de Enseñanza Media Virgen de Valdehierro. Finalizada la formación en el mismo, marché a Toledo durante tres años para estudiar en la Escuela Universitaria de Profesorado de E.G.B. Obtuve la Diplomatura como Maestra. Posteriormente me traslade a Madrid para cursar la Licenciatura de Ciencias Políticas y Sociología, en el León XIII de la Pontificia de Salamanca.
Al casarme, vine a Sevilla, es decir, desde 1985 mi vida profesional y también familiar se ha desarrollado en esta maravillosa ciudad. Aquí nacieron mis dos hijos y aquí, tras no pocas dificultades, comencé mi carrera como docente en la Universidad de Sevilla. En concreto, en 1991 me vinculé definitivamente a esta institución y ya en 1997 obtuve mi primera titularidad como Profesora de Escuela Universitaria. Obtuve el Doctorado de Sociología por la Universidad de Granada y a partir de ello pude optar a la plaza de Profesora Titular de Universidad. He desempeñado diferentes cargos, entre los que cabe mencionar, Vicedecana de Relaciones Internacionales, Estudiantes e Instituciones en la Facultad de Ciencias de la Educación y Vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Sevilla.
En esta ya dilatada historia personal/profesional, mi pueblo, Madridejos, ha sido un lugar más que recurrente. Vengo a él, no sólo todos los veranos de mi vida, sino que además las visitas son como mínimo mensuales. Mi cariño por el pueblo lo he contagiado a mi familia. En concreto, a mi marido, al que con frecuencia le recuerdo su condición foránea de “injerto”, y a mis hijos que, desde pequeños, aún siendo de cuna sevillanos, ya decían a sus amigos “Me voy a mi pueblo –aludiendo a Madridejos-”.
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Nacido en Madridejos en 1947. En nuestro pueblo cursó estudios de bachiller, preparando su ingreso en la Universidad Laboral de Córdoba. Más tarde se desplazó a Madrid, matriculándose en Marketing y Dirección Comercial. Una vez terminada su preparación se incorpora a la empresa privada ocupando cargos de responsabilidad. Su último empleo en una multinacional francesa, le permitió viajar por todo el mundo y, así, interesarse por su pasión: el coleccionismo taurino. Sus fondos en este apartado lo forman más de 15.000 piezas, muchas de ellas catalogadas como ejemplares únicos. Es una de las mayores colecciones a nivel mundial en esta materia.
Tiene publicado dos libros: “El Cartel Taurino, la Sociedad y los Toros 1820-1920”, y su continuación “El Cartel Taurino, la Sociedad y los Toros 1920-1940”.
Pero por encima de todo, Ángel Sonseca es un madridejense de raza y sentimiento. Fácilmente nos le podemos encontrar hablando con nuestros mayores, en los soportales de la plaza, empapándose de toda la riqueza de la tradición oral, para después plasmarla en sus escritos y recopilaciones sobre la historia de Madridejos. Es manchego de pro, accesible, cercano… lo que viene siendo un “barrudo” campechano y con un poso de sabiduría sobre nuestro pueblo y sobre la vida en general, que solo se da, en aquellos que hacen de sus raíces la columna vertebral de sus vidas.
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Jesús Rodríguez de Diego Zamorano, nacido en Madridejos en 1970. Estudia hasta COU en el instituto del pueblo y posteriormente en Madrid donde se titula como Ingeniero Industrial. Su labor profesional se ha desarrollado en el campo de la energía en distintas provincias de España y en varios países. Paralelamente, su vinculación con Madridejos se ha mantenido gracias a su colaboración con empresas y asociaciones locales. Igualmente su interés por la cultura e historia local le llevó a visitar el Madridejos de Filipinas y a participar en iniciativas para dar a conocer la historia y costumbres de nuestro pueblo.