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domingo, 14 de diciembre de 2014

HISTORIA DEL AGUA EN MADRIDEJOS

DESDE LOS ORÍGENES HASTA HOY

Los primeros pobladores que empezaron a vivir en Madridejos se encontraron con diversos problemas, entre ellos la falta de agua potable.

Se vieron obligados a hacer pozos en todas las casas, pero el agua era de baja calidad, por lo que surgieron los primeros aguadores, que transportaban el agua en carros y cubas. Así estuvieron durante muchos años, cargando el agua de los “Pozos de Juachín”.
 

Con el paso de los años la población fue creciendo, se hicieron más pozos en el pueblo y también en todo el término. En algunos de estos pozos el agua era buena y estaban ubicados en el “Camino de los Cerros”, en “El Cabalgador”, en el “Carril de la Casa de la Plata”, en el “Camino Valdeperal” y en el “Camino de las Sierras”.

Todos estos pozos eran particulares y algunos de ellos concejiles, de los que se cogía agua para el servicio doméstico. En aquellos tiempos los períodos de sequía eran frecuentes, los pozos se secaban y la falta de agua era un problema para toda la población, pero los aguadores seguían vendiendo agua, aunque un poco más cara.

Pasaron los años y el pueblo siguió creciendo, se hicieron más pozos en todo el término y también dentro de las casas, pero aún así, el agua seguía escaseando todos los veranos y los vecinos seguían padeciendo estas sequías, paliándolas con las aguas que sacaban de los pozos que había en la mayoría de las casas, pero estas aguas no eran aptas para el consumo humano, es decir, podían utilizarse para las tareas domésticas y para los animales, pero no para beber.

Y la población seguía creciendo y con este crecimiento el problema de la escasez del agua se multiplicaba cada vez más. Corrían los años treinta y el Ayuntamiento toma la decisión de encargar un proyecto para traer el agua de las sierras a Madridejos. El ingeniero agrónomo, profesor universitario y diputado nacional por Toledo, Don Manuel Álvarez-Ugena Sánchez-Tembleque, vecino de Madridejos, es el encargado de redactar el proyecto.

Después de varios estudios económicos y extracción de tierras se da el visto bueno a dicho proyecto, iniciándose las obras dos años después con grandes expectativas y con mucha ilusión. Las obras duraron cuatro años, se construyeron dos depósitos de un millón de litros cada uno y también dos fuentes en la población, una en el Paseo del Cristo y otra en la Plaza. Tras terminarse las obras de canalización llega finalmente al pueblo agua de muy buena calidad.

Pero el problema no se resuelve del todo, porque si bien durante el invierno no faltaba el agua, al llegar los veranos secos volvía la escasez y en las fuentes se formaban grandes colas de personas con cántaros, especialmente los domingos por la mañana, en que los gañanes iban a la fuente con cubas en los carros para tener agua para toda la semana.

Pasan algunos años y el Ayuntamiento saca a subasta la conservación y el mantenimiento de las dos fuentes del pueblo y se pone un precio al agua de cinco céntimos de peseta, es decir, una “perrilla”, por cada dos cántaros.

Desgraciadamente el problema de la escasez de agua seguía existiendo, especialmente en los años más secos, debiendo soportar cortes diarios.

El Ayuntamiento hizo varios pozos más en el término municipal: en el “Camino Real”, “Perdiguera”, “Carril del Puerto”, “La Vereda”, y “Camino de las Sierras”. También compra “El Pozo de Carelo”. En aquella época el Ayuntamiento llegó a hacer más de veinte pozos, los cuales en su mayoría terminaban secándose y el agua en Madridejos seguía siendo un problema, ya que el gasto de agua no dejaba de aumentar.

Ya en los años sesenta el Ayuntamiento aprueba un proyecto para canalizar el agua potable y realizar el alcantarillado de todo el pueblo. Para completar este proyecto se tuvieron que acometer otras obras de canalización complementarias, como un colector y una depuradora, así como la construcción de una torre de elevación cerca de los depósitos del agua, ya existentes, para elevar el agua a las partes más altas de todo el pueblo.

También se hicieron cuatro nuevas fuentes que acercan el agua potable a distintas zonas de la población y que se ubicaron una en la calle Juan XXIII, otra junto al cuartel de la Guardia Civil, otra en “El Cerro” y la cuarta en la calle de las Monjas.

Terminadas todas estas obras cada vecino pudo solicitar el enganche de agua potable y alcantarillado. Después de finalizar este proyecto todos los madridejenses se beneficiaron de este gran avance para nuestro pueblo.

Pasó muy poco tiempo y el Ayuntamiento hace un nuevo pozo en “El Carril del Puerto”, que canaliza por la “carroyuela” de Puerto Lápice a Consuegra. Con esta nueva canalización el problema de los cortes se resuelve momentáneamente, pero al poco tiempo vuelven  a reaparecer.

Pasan los años y en los noventa el consumo de agua, que ha ido elevándose constantemente, pasa de un millón a millón y medio de litros al día. Los cortes de agua siguen aumentando y pasados unos meses en el año noventa y uno, la nueva corporación municipal firma un convenio con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Mancomunidad del Algodor, para traer agua desde el pantano de Finisterre. Por fin se solucionan los problemas del agua en Madridejos hasta el día de hoy.

Han pasado varios años sin cortes de agua de gravedad, pero el Ayuntamiento sigue manteniendo los pozos de “Juachín”, “La Fuente del Umbrión, “El Pozo del Agua Buena”, “La Fuente de la Casa de la Pía” y los históricos nacimientos de “Las Terradas”.

Fotografías realizadas por Jesús Zamorano García-Moreno

En estos últimos seis años, la empresa concesionaria del servicio de agua ha hecho dos nuevos pozos de los que proviene el 50% del agua que consumimos, mientras que el otro 50% proviene de la Mancomunidad de Municipios del río Algodor, que se abastece en la actualidad de la cabecera del río Tajo.

Estamos en el año 2014 y el consumo de agua ha aumentado mucho habiendo llegado a la cantidad de dos millones de litros cada 24 horas.

Desde estas humildes líneas, queremos dar las gracias a todos los vecinos de Madridejos por haber soportado las molestias que durante tantos años han tenido que sufrir, y también a la corporación municipal por seguir preocupándose de que no haya más cortes de agua en nuestro pueblo.

También queremos recordar a la empresa concesionaria que siga trabajando como ha venido haciendo hasta ahora y trate de solucionar todos los problemas referentes al agua que todos los vecinos de nuestro pueblo puedan tener en el presente y en el futuro.

José Luis Romero Rosell